SIGLO XIX
El
Romanticismo nace en Alemania como movimiento literario, bajo la intención de
unir lo que está dividido en pequeños estados, el termino “ROMANCO” hace
referencia a la tradición poética de tipo fantástico y novelesco. En el tiempo
de la ilustración la música es considerada la más romántica de todas las artes,
ya que se encuentra entre el sueño y la realidad y es el estado ideal y
perfecto del arte. Estamos en el paso de la edad moderna a la edad contemporánea,
el siglo XIX es la época de los movimientos opuestos: ante
el racionalismo, el sueño, ante el pragmatismo y el idealismo. En este período,
las canciones populares son consideradas el espíritu del pueblo.
La libertad de creación en los artistas:
El artista adquiere
su madurez absoluta cuando se gana su libertad, y en esta época ya no está al
servicio de un señor que le ordena la
realización de obras como el quiere, en donde también la música religiosa ya no
ocupa un lugar central.
El mito
musical Romántico durante todo el siglo XIX
es la figura de Ludwig Van Beethoven (1770-1827), y en su libertad de
expresión se inspiraron no solo los músicos, sino también literatos y artistas en
general. Beethoven no es solamente el primer romántico sino también el precursor del
Romanticismo avanzado y el último clásico.
El lied:
En alemán significa simplemente CANCIÓN y es el
fiel reflejo de la unión entre melodía y
poesía. Uno de los compositores más destacados fue Franz Schubert (1797-1828) el cual compone más de 600
canciones, en donde pone en juego todos
sus recursos musicales al servicio de cada poesía, busca la música más adecuada
para cada caso y cualquier imagen o pensamiento expresado en el texto encuentra
su correspondencia musical.
El virtuosismo:
El Romanticismo
es una época de contrastes: la ópera como un gran espectáculo total y al mismo
tiempo se valora mucho la expresión individual del músico que interpreta o
improvisa, por lo que los virtuosos son adorados. El primer gran virtuoso fue
Niccoló Paganini (1782-1840) que tocaba
el violín y compuso una serie de caprichos, este parece haber buscado la
combinación más difícil y el tecnicismo imposible. El virtuosismo es la
respuesta a la demanda del público
burgués de sentimientos y emoción, y por
la admiración que despiertan los grandes solistas hay una gran creación de
conciertos para instrumentos solistas como el piano, violín, violonchelo,
flauta ya que es donde se demostraba el talento.
Su majestad el piano:
El piano es
el instrumento romántico por excelencia. Si casi todo es posible en el violín, más todavía ha
de serlo en el teclado, y así en Chopin,
Liszt o Schumann encontramos todo tipo de dificultades de ejecución como la independencia total de ambas manos, melodías
en cualquier registro mientras los demás dedos mantienen un trino, cruce
continuo de manos. El piano había desbancado definitivamente al clavecín a
través de su constante mejoría técnica, la generación romántica es la primera
que aprende a utilizar y hacer música en el piano, en donde la verdadera
evolución se encuentra en las grandes obras pianísticas.
El poema sinfónico:
Es una
especie de ópera instrumental sin escenas y con los personajes concretos
encarnados por los instrumentos o temas musicales. En el poema sinfónico la música ya no es solamente la expresión íntima
del autor, como lo es en la primera generación de románticos sino la traducción
en música de objetos y sensaciones externas.
La ópera romántica:
La ópera
del siglo XIX gira alrededor de la
dualidad entre Richard Wagner
(1813-1893) y Giuseppe Verdi
(1813-1901). La ópera romántica resulta ser un marco ideal para ensayar
recursos musicales nuevos para que el
mensaje escénico llegue mejor al público. La primera ópera calificada de
romántica es Der Freischutz de Carl María Von Weber (1786-1826). El cromatismo,
como recurso expresivo, cada vez tiene más presencia y llega al límite con la
atonalidad. Los compositores realzan la melodía y acompañan el recitativo con
toda la orquesta. Rossini (1792-1868) se destaca por su brillante tratamiento
de la orquesta y por su aportación al desarrollo del género cómico. Donizetti
(1797-1848) se destaca por ser el que más realismo y dramatismo expresa,
Bellini (1801-1835) es el más apreciado por la melancolía y belleza de sus melodías.
El
nacionalismo:
El nacionalismo musical es una corriente musical
que se desarrolla dentro del Romanticismo y
que se extendió en la segunda mitad del siglo XIX, mayoritariamente por
los países que no tenían una tradición musical culta y que encontraron en las
raíces folklóricas la mejor respuesta a las maneras importadas de los tres
países más importantes musicalmente: Alemania, Italia y Francia.
El
nacionalismo es un fenómeno producto de la irrupción de nuevos estados en el
mapa, de divisiones territoriales con tradiciones concretas que necesitaron una afirmación patente de su
personalidad, y la música resulto ser uno de los vehículos más eficaces. L a
primera sensación auditiva de la música nacionalista es el de la sencillez, la
de la falta de artificio, la de retorno a los orígenes.
Ludwig Van Beethoven
Franz Schubert